La estrategia del océano azul fue formulada por el profesor W. Chan Kim, profesor de estrategia y Gestión Internacional en INSEAD en Francia, y Renée Mauborgne, profesora de Estrategia y Management en INSEAD, además de miembro de la junta rectora del World Economic Forum en un libro del mismo nombre: Blue Ocean Strategy.
Este libro narra la necesidad de dejar a un lado la competencia destructiva, ampliando horizontes del mercado y generando valor a través de la innovación. En otras palabras, plantean la posibilidad de crear una estrategia olvidándose de la competencia (oceános rojos) y centrándose en nuevos territorios con nuevas ideas de negocio hoy por hoy desconocidas (océanos azules).
Océanos rojos
En los océanos rojos los límites de las industrian están perfectamente definidos y son aceptados tal cual. Las reglas del juego son conocidos por todos.
Por ellos, las empresas tratan de superar a sus rivales arañando cuota de mercado. A medida que aparecen más competidores, las posibilidades de obtener mayores beneficios y crecer disminuyen, los productos se estandarizan y donde no queda más remedio que competir en precios.
Los oceános azules, por el contrario, se caracterizan por la creación de mercados en áreas que no están explotadas y que generan oportunidades de crecimiento rentable y sostenido a largo plazo, y dónde la competencia se queda en segundo plano por que las reglas del juego están esperando a ser fijadas.
Un ejemplo conocido es el mundialmente famoso Cirque du Soleil que ha conseguir llegar a más de 40 millones de persones en más de 90 ciudades de todo el mundo.
El circo está de capa caída y su público, los niños, hace tiempo que prefieren pasar el tiempo con juegos electrónicos en vez de ir a ver un espectáculo bajo una carpa.
Antes de que surgiera el Cirque du Soleil, todos los circos estaban inmersos en una competencia feroz para ver quién era capaz de conseguir los mejores payasos, los mejores acróbatas y los domadores más atrevidos. Esto hizo que los costes aumentaran de forma desmesurada mientras que la demanda no hacía más que caer.
Por ello, viendo esa oportunidad de negocio y viendo el hueco existente en el mercado, surgió el Cirque du Soleil. En realidad, no se le podía considerar ni como un circo ni como una producción teatral, sino que combinaba ambas funciones.
El Cirque du Soleil ha conseguido romper las fronteras de la industria al ofrecer a la gente diversión y emociones propias del circo manteniendo sus símbolos tradicionales como la famosa carpa, los payasos o los acróbatas. Además cada espectáculo poco tiene que ver con otro puesto que cada representación tiene su hilo argumental y la música es diferente porque se compone especialmente para cada espectáculo.
Por otra parte, sus representaciones se dirigen a un público de todas las edades no sólo a niños acompañados de sus padres sino también a personas de 40-50 años con un nivel de renta medio-alto.
El Cirque du Soleil ha sabido crear un oceáno azul caracterizado por un espectáculo innovador diferenciado de los conceptos de circo y teatro ampliando fronteras mediante la diversificación de su público objetivo.