Inauguro mi blog de economía recomendando este artículo que
leí hace un par de días en el periódico El
Economista sobre las consecuencias económicas que tendría la independencia
de Cataluña.
Sacando conclusiones de este artículo:
Cataluña
supone el 20 % del PIB español gracias a las exportaciones de bienes y
servicios que realiza al resto de España. Si Cataluña se separase, España, podría imponer aranceles a gran cantidad de
productos catalanes. Por lo
tanto, Cataluña vería reducido enormemente sus mercados de exportación. Es más,
el consumidor español podría boicotear los productos catalanes. Por esa regla,
lo mismo ocurriría a los productos españoles en Cataluña, pero con una
diferencia: España seguiría vendiendo al resto de la Unión Europea. ¿Entonces
cómo podría mantenerse un país si su
mayor cliente, España, rechaza cualquier producto catalán?
Por otro lado, ¿Qué pensarán las
multinacionales establecidas allí? ¿Se quedarían allí si Cataluña se
independizara? ¿Qué planes tiene la Generalitat Catalana para evitar que las
grandes empresas se marchen, beneficios fiscales acaso?
Si Cataluña se independizara,
automáticamente tendría que salir del euro por lo que tendría que adoptar una
nueva divisa estableciendo una nueva política monetaria y un legislador
bancario. Ahora bien, tal y como se pregunta el economista que ha redactado
este artículo ¿Qué pasaría con los bancos catalanes? ¿Quién sería su
supervisor? ¿Los españoles no retirarían su dinero de las entidades catalanas,
provocando una crisis de liquidez en entidades sistémicas?
En el divorcio España-Cataluña no
hay un ganador ni un perdedor. Cataluña necesita a España tanto como España a
Cataluña y más en la situación en la que estamos. Pero si me gustaría que mucha
gente antes de decir un estado independiente se pusiera a pensar en todas las
consecuencias económicas que esto supondría…
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