Ya hablé hace unos meses sobre el papel que jugaba la justicia en nuestro país pero desde hace unos meses parece que la situación, desde mi punto de vista, se ha ido agravando.
Todo esto empezó a oler a chamuscado, cuando la Fiscalía del juzgado de Palma de Mallorca, repito y recalco: la Fiscalía, pedía la desimputación de la Infanta Cristina. A ésto hay que sumarle otra serie de actuaciones hasta llegar a la más reciente en la que descarta la existencia de delito en la venta de preferentes.
No es posible que cada vez que el Gobierno cambie de signo político, la justicia se renueve sustituyendo a los jueces en función de dicha ideología política.
Desde que se instauró en España un sistema democrático, la separación de los tres poderes del Estado es un principio básico de organización. Sin embargo, todavía no se ha encontrado una fórmula admitidaque garantice de la independencia del poder judicial. El funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial y algunos procedimientos con pinceladas políticas hacen que la opinión pública perciba la Justicia como una institución politizada.
Por ello, recomiendo leer este artículo de la Revista Iuris que aunque date del 2010 explica claramente el problema y da algunas propuesta para acabar con esta politización.
Asimismo, os invito a que leáis lo que escribí hace unos meses en este mismo blog sobre la politización de Instituciones públicas en relación a la corrupción.
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