La economía española gana competitividad salvo en los sectores que regula el Gobierno. Una vez más volvemos a lo que ya he comentado muchas veces en este blog, sector intervenido por el Estado, sector que fracasa. Esa es la conclusión que se extrae de los precios de exportación publicados por el INE que revelan que el precio de la energía ha subido el triple que el resto de actividades económicas hasta acumular un repunte en sus precios del 8,1%, frente al apenas 2,5% que han crecido en el resto de sectores. Casi el triple ha subido la energía.
¿Tiene algo que ver el déficit tarifario?
Está claro que por mucho que nos lo quieran vender, el motivo de la subida del precio de la luz NO es exclusivamente por el déficit tarifario. Primero cabe explicar de dónde viene el déficit tarifario. Antes de dejar el poder, el Gobierno del Partido Popular de José María Aznar aprobó en el año 2004, como una de sus últimas medidas el Real Decreto 436/2004 dirigido a incentivar la instalación y uso de energías renovables. En ese decreto se establecieron generosas bonificaciones y ventajas para la producción de "energías verdes". Así, sobre todo a partir de 2005, se comenzó a acumular lo que se conoce como déficit de tarifa: Diferencia entre los ingresos del sistema (derivados de la factura de la luz que pagamos los consumidores) y los costes del sistema. Como los ingresos, pese al sostenido aumento del precio de la luz, no alcanzaban a cubrir los gasto y como, además gran parte de esos gastos venían impuestos por caprichos gubernamentales (promoción de las energías verdes), el Ejecutivo se comprometió a resarciar a las eléctricas por esa diferencia.
El coste que más se ha disparado en la última década han sido las primas de régimen especial: han pasado de 1.889 millones de euros en 2001 a 6.984 millones de euros en 2011 tal y como podemos ver en el gráfico de elaborado por Manuel Fernández Ordoñez en su blog con datos del CNE.
A finales de 2011 existían alrededor de 26.000 millones de euros en deuda privada de déficit tarifarios de años atrás todavía pendientes de pago; una deuda que equivale al 2,5% del PIB y que no figura en las cifras de déficit ni en las de deuda pública pero que los ciudadanos tendremos que pagar, como no, de alguna manera. La factura eléctrica seguirá subiendo por un lado para eliminar el déficit anual y, por otro, repagar la deuda tarifaria acumulada.
Juan Ramón Rallo en su libro : Una alternativa liberal para salir de la crisis afirma que el déficit de tarifa podría suprimirse tan sólo rebajando a la mitad las primas a las renovables. Si las primas al régimen especial no existieran, no habría déficit de tarifa. De hecho, habría un superávit de unos 3.000 millones de euros. Es decir, el déficit de tarifa desorbitado lo ha creado la legislación, no el mercado.
Como conclusiones :
- ¿Se puede culpar a las energías del régimen especial de provocar el déficit de tarifa? Exclusivamente, NO. Pero su contribución al mismo es más que significativa, de hecho es mayoritaria. El importe de las primas en 2010 ascendieron al 38,6% de los costes totales regulados del sistema eléctrico. Por tanto, la mayor parte de la culpa del déficit tarifario corresponde a las primas al régimen especial.
- ¿Qué pasaría si no hubiera primas al régimen especial? Nos ahorraríamos unos 7.000 millones de euros anuales en este concepto. Por tanto, no acumularíamos déficit de tarifa año a año. Aunque se hayan quitado las primas al régimen especial de ahora en adelante, esos 7.000 millones de euros al año no nos libramos de pagarlos.
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